sábado, 22 de septiembre de 2012

AMORES EN TIEMPO DE BBM



No vengo a hacer un análisis profundo del amor, ni busco una definición exacta al sentimiento, no me atrevo. Los tiempos modernos me han convertido en una fiel abanderada del “No al force” y del “dejar fluir”, por eso no me molesto en ponerle nombres al amor y cuando amo, simplemente me dedico a hacerlo intensamente.

De amores se habla desde siempre. De la fuerza del amor se sabe desde el inicio de la vida; de sus implicaciones, Adán y Eva podrían dar buen testimonio y de amores imposibles, nos cuentan Romeo y Julieta. Sin importar el tiempo, el amor siempre ha sido fuente de inspiración. No se escribe una canción sin mencionar su nombre; la historia universal, entre fechas, causas y consecuencias, está repleta de episodios románticos en medio de guerras y tiempos de crisis; y una pelicula sin besos está destinada al fracaso.

Igual que todo, el amor también se mueve a ritmo de los tiempos y se ha visto obligado a ceder un poco de aquella esencia que aún conservaba en mi adolescencia y que hoy ya se han convertido en historia del pasado.

Crecí en tiempos de cartas de amor, disfruté aquella etapa en que un “dame amores” se respondía con un “tengo que pensarlo” y el primer beso que robaba el aliento y nos quitaba el sueño repasando mentalmente aquella torpe escena. Tiempos de las interminables conversaciones por teléfono hasta que nos venciera el sueño y la tonta disputa por colgar al mismo tiempo.

Hoy BBM y Whatsapp han desplazado las llamadas. Las cartas, si es que existen todavía, perdieron la mistica del puño y letra para ser reemplazadas por el correo electrónico. El dulce seguimiento se limita a un PING!!!, los besos robados se convirtieron en puros signos y el escuchar el primer Te Quiero, ya se resume a TQM.

Cierto es que si hay un tiempo en el que el amor no tiene fronteras es en éste, cuando la tecnología nos acerca tanto y logra hacer la cruel distancia un poquito más llevadera. Ya sea que el amor esté en Punta Cana o en Beirut, invariablemente el cariño está siempre a la distancia de un click. La magia de los besos, de los buenos dias puntuales y la despedida al final del dia a través de la mensajería instantánea, ha logrado que el amor no se apague entre puerto y oficina postal y ha dejado en el pasado la angustiosa espera del cartero, amarga y eterna para los enamorados.

Lo bueno es que no muera nunca el amor y sus formas, que el eterno seguimiento que nos hace sentir importantes y queridos y el estar pendiente al ser amado no se dejen ganar la batalla por la fría y aburrida resignación. Que viva la tecnología y la luz roja que parpadea cada vez que el amor escribe.
TQM ;) fs <3 :* PING!!!

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