Si algo valoro
y exhibo con orgullo pleno es a mi familia. En cada uno de ellos encuentro
inspiración, historias de vida que con cariño y a veces hasta sin saberlo me
regalan y ejemplo digno como vivido por mi misma por la cercanía en el trato y
el amor que de manera tan natural nos dispensamos entre todos.
Aquel dicho
que reza “dime de qué alardeas y te diré de qué careces…” aquí pierde toda
validez; porque si algo atesoramos en casa es la unión familiar que nos
caracteriza y la costumbre espontánea de hacer común el problema del otro. Un
problema de un hijo, de un hermano, de los sobrinos, de papi y de mami, es un
problema de todos. El amor y la unión son la mejor herencia que de generación
en generación vamos dejando como legado, especialmente en momentos en que la
sociedad y la familia urgen de valores y al mismo tiempo se vuelven tan
tristemente escasos.
Pero cómo no
sólo de problemas vive el hombre y la familia, en la mía también celebramos y
hoy, con la anuencia de ustedes, me permito celebrar con ustedes y así de paso
convertirlos en dulces cómplices de mi felicidad, por la publicación del más
reciente libro de mi papá.
No hace falta
ser periodista o escritor para saber del esfuerzo, la disciplina y la
dedicación que conlleva hacer realidad una obra escrita con concepto y con
respeto. Las largas jornadas de trabajo y de labor intelectual que ocupa
escribir un libro de historia. El ejercicio mental y físico que agota como un
parto que se extiende por meses y muchas veces por años, lo que tome parir un
hijo intelectual en nombre de perpetuar las vivencias y de aportar su cuota a
la memoria histórica de los que no vivimos aquellos años.
Mi familia
está de fiesta. Finalmente acariciamos el primer ejemplar de una obra más que
mi papá regala a la historia y junto a él, saboreamos todos la satisfacción del
deber cumplido y de la labor realizada.
“Manolo, cincuenta años después” es la
publicación número trece de mi viejo, a propósito de cumplirse el 21 de diciembre,
los cincuenta años de la muerte de Manolo Tavárez Justo, el principal dirigente
del Movimiento Revolucionario 14 de Junio y el más grande líder revolucionario
de toda una época. Escrita con la intención de contribuir al estudio y al
conocimiento de una historia de lucha tan larga como intensa y noblemente
movido por la necesidad que lo adorna de apelar a la esperanza para que no cese
la batalla en el intento de rescatar y preservar la herencia de aquel líder
inmortal, que aún hoy, a sus cincuenta años de desaparecer físicamente
despierta el carisma de aquellos tiempos.
En mi casa
hacemos patria cada día. Con el ejemplo de un viejo e incansable luchador que a
sus 71 se mantiene firme en sus ideales, sin rendirse, sin venderse y siempre
al pie del cañón. Su obra “Manolo,
cincuenta años después”, que pronto se pone a circular, es una muestra fiel
de que ni los años ni las canas en el pelo pesan tanto como para cambiar el
rumbo de la conciencia cuando se tiene claro el norte de su lucha. A más de
medio siglo de tomar la senda de la revolución, el hombre sigue creyendo
fielmente en lo que lo movió a dejar la comodidad de su casa para internarse en
las montañas abanderado de la sed de libertad.
La valentía,
la constancia y la integridad de mi papá me regalan no sólo motivos para
sentirme orgullosa y comprometida a hacer las cosas bien para hacer honor al
nombre de él y de mi mamá sino también deseos de sobra para libremente alardear
en esta Comparsa que es más de ustedes que mía y que de seguro me conceden el
permiso de hacerlo, aunque sólo sea por hoy.
@paochaljub
Me despertaste la curiosidad por ese interesante libro amiga, voy a buscarlo a ver que tal!
ResponderEliminarSaludos!!
http://modafemeninada.blogspot.com